El verano y el calor están a la vuelta de la esquina. Y después de todo un año cogiendo polvo, antes de conectar el aire acondicionado es necesario realizar algunas medidas de mantenimiento.
Ya empieza a notarse el calor. Y pronto va a llegar el momento en que te acordarás de tu viejo amigo el aire acondicionado. Pero después de casi un año relegado al ostracismo no puedes simplemente darle de nuevo al “On”. Antes de conectarlo es imprescindible limpiarlo a fondo y brindarle una buena puesta a punto. ¿Por qué? Pues porque durante este tiempo ha ido acumulando polvo, suciedad y bacterias.
¿Cada cuánto debo hacerlo?
Según el Reglamento de Instalaciones Térmicas en Edificios (RITE) es obligatorio y necesario realizar una revisión profesional de los equipos cada cierto tiempo. Su frecuencia se estructura en base a su potencia:
- Viviendas con una potencia térmica inferior a 12kW: cada 4 años.
- Locales con una potencia térmica inferior a 12kW: cada 2 años.
- Viviendas con una potencia térmica entre 12kW y 70kW: cada 2 años.
- Locales con una potencia térmica entre 12kW y 70kW: cada año.
- Locales con una potencia térmica superior a 70kW: cada mes.
El coste del mantenimiento periódico oscila entre los 60-300 €, dependiendo de cada caso. Puedes pedirnos presupuesto sin compromiso en el teléfono 918 71 11 36 o enviándonos un correo electrónico a contacto@fusionaire.es.
No obstante, la limpieza general del sistema puede hacerla cualquier persona sin experiencia, ya que lo habitual es que la mayoría de hogares y locales comerciales tengan una instalación inferior a 70kW. En caso de ser superior, resulta imprescindible que la lleve a cabo un especialista, así que no lo dudes y ponte en contacto con nosotros.
¿Cómo realizar la limpieza?
Tú mismo puedes poner a punto tu aire acondicionado y comprobar que no tiene fallos. Antes de nada, lee bien las instrucciones del fabricante. Lo mejor es limpiar tu equipo antes y después de su uso. Es decir, antes de utilizarlo en verano y una vez pasado el calor. Aunque si tu aire acondicionado cuenta con bomba de calor, también te recomendamos limpiarlo antes y después de la llegada del frío.
Como con cualquier otro aparato, esta rutina alargará su vida útil y mejorará considerablemente su funcionamiento. Y es que si dejas que se vaya amontonando la suciedad en su interior el aire que producirá no solo será de baja calidad, sino que terminará consumiendo más electricidad al mismo tiempo que rendirá menos al no poder enfriarlo correctamente.
Recomendaciones previas:
- Cerciórate de apagarlo y desconectarlo de la corriente para evitar descargas eléctricas.
- No uses agua a una temperatura superior a los 40ºC.
- Tampoco utilices productos de limpieza abrasivos como el alcohol etílico.
- No pongas líquidos de limpieza o agua en los paneles electrónicos.
Unidad interior
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Limpia los filtros.
Los filtros aseguran la calidad del aire que respiras recogiendo los ácaros, las bacterias y los virus. Para limpiarlos abre la tapa del aire acondicionado y mira detrás de la rejilla, ahí se encuentran los filtros. Extráelos y pasa por ellos una aspiradora de mano.
También puedes sumergirlos en agua fría con jabón antibacteriano. Una vez aclarados con abundante agua déjalos secando a la sombra. Nunca los pongas al sol o cerca de otra fuente de calor para evitar deformaciones.
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Higieniza los tubos de detrás del filtro.
No te olvides de limpiar esta parte para eliminar las bacterias que podrían pasar al aire. Deja abierto el aparato un rato para que se seque y después vuelve a colocar todo de nuevo en su sitio.
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Lava el split interior.
Con un poco de agua con jabón o un 10% de lejía y un rociador limpia el interior de la unidad con cuidado. Concéntrate sobre todo en las rejillas, donde se suele acumular mucha suciedad. Cuando hayas terminado, seca toda la zona con un trapo sintético.
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Comprueba el tubo y la bandeja del agua.
El sistema del aire acondicionado produce una evaporación de agua que se va acumulando en el interior. Este rocío es recolectado por una bandeja que lo expulsa por un tubo. Si no se limpia el agua estancada regularmente, esta podría provocar malos olores, ser el ambiente perfecto para la aparición de bacterias o crear averías en el funcionamiento.
Si observas que el tubo se ha atascado puedes probar soplando con fuerza, pero si no consigues nada o no logras acceder a él, será necesario cambiar el desagüe.
Unidad exterior
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Revisa el cableado, el mando a distancia y la instalación.
Hay que supervisar que todas las piezas estén en buen estado, ya que tras varios meses apagado la falta de uso puede provocar fallos o deterioros.
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Limpia el exterior.
Lo mejor y más rápido es recorrer todas las láminas del intercambiador con un compresor de aire. Si no dispones de esta herramienta, pasa una brocha o un cepillo por las rendijas.
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Inspecciona el gas refrigerante.
Hay que observar que no existan pérdidas en el flujo de gas. Si tu aparato requiere de muchas cargas de gas en un periodo corto de tiempo es que algo va mal: tienes una fuga. Lo mejor es que la reparación la efectúe un instalador certificado en manipulación de gases fluorados, según indica el Real Decreto 115/2017, como, por ejemplo, Fusionaire Instalaciones.
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Comprueba la temperatura.
Una vez hecho todo lo anterior, llega el momento de conectar el aire acondicionado y comprobar que funciona como es debido. Si el aire que expulsa es templado, es probable que necesites una recarga de gas. Esto último también es mejor que nos lo dejes a nosotros, ya que debe hacerlo un profesional con experiencia.
Si no estás seguro de poder realizar todas o cualquiera de estas actividades, nosotros las haremos encantados por ti. Además, será lo más seguro porque si cometes errores no solo estarás poniendo en riesgo la integridad del electrodoméstico, sino también tu propia salud respiratoria.
Asimismo, si quieres repararlo porque has encontrado algún problema, también puedes consultarnos y explicarnos lo que le sucede. ¡Ya sabes que estamos a tu disposición!