El Astro Rey es dador de vida, pero también se ha convertido en una fuente de energía limpia y renovable que cada vez está más en boga en nuestra sociedad. Abre tu sombrilla, coge una botella de agua y descubre con nosotros cómo se trasforman los rayos solares en electricidad.
Antes de leer este post es mejor que te eches un poco de crema protectora porque hoy vamos a hablar del sol. Y más concretamente de la energía solar fotovoltaica, la tercera fuente de energía renovable más importante de la que disponemos tras la eólica y la hidroeléctrica.
Efecto fotovoltaico
Empecemos por lo más básico, la solar fotovoltaica es una energía limpia, ecológica e inagotable que transforma los rayos solares en electricidad a través de un proceso que recibe el nombre de efecto fotovoltaico.
Esto se consigue por medio de las células fotovoltaicas, unas láminas metálicas compuestas por una o varias capas de materiales semiconductores que pueden ser de silicio monocristalino, policristalino o amorfo.
Su tecnología absorbe los fotones de la luz para posteriormente emitir electrones, los cuales se desplazan intercambiando posiciones y produciendo una corriente eléctrica. Y a mayor cantidad o intensidad de luz, ¡mayor será el flujo de electricidad!
Una vez generada, esta electricidad toma forma de corriente continua entre los 380 y los 800 voltios. Sin embargo, para poder utilizarla en nuestros electrodomésticos antes se conmuta en corriente alterna por medio de un inversor.
Paneles solares
Las células fotovoltaicas se encuentran en los archiconocidos paneles solares, cada vez más extendidos en nuestros pueblos y ciudades gracias al uso empresarial o familiar. Y es que cualquiera puede obtener esta energía con pequeños generadores de autoconsumo, así como “cosecharla” en grandes campos fotovoltaicos.
A priori su instalación puede parecer costosa, pero los paneles solares han reducido su precio en más de un 80% en los últimos diez años. Y su alto rendimiento amortiza de modo considerable su inversión a medio plazo, ya que proporcionan un ahorro de, aproximadamente, un 30% en el consumo.
Por ejemplo, con una rebaja de 100 euros al mes en la factura de la luz se pueden llegar a ahorrar hasta 30.000 euros en los 25 años que se cifra su vida útil. Un buen pico. Eso sí, deben ser emplazados en el lugar correcto. Es decir, donde el sol irradie durante muchas horas y con la colocación y orientación adecuadas.
Si quieres informarte sobre cuánto te costaría instalar unos paneles solares o necesitas a un profesional que lo haga por ti, ponte en contacto con nosotros en el teléfono 918 71 11 36 o el correo electrónico contacto@fusionaire.es y te mandaremos un presupuesto personalizado.
Tipos de paneles solares
Más concretamente, los paneles solares se pueden catalogar en tres tipos:
Fotovoltaico. Es el encargado de transformar la energía solar en electricidad. Es una gran alternativa para producir luz de autoconsumo en pequeños comercios, granjas, viviendas particulares, edificios públicos o estructuras independientes como radares, carteles de carretera, puestos de vigilancia forestal o faros.
Solar térmico. También conocido como colector solar, este convierte la luz del sol en energía térmica, en calor. Se puede dividir en tres grandes grupos:
- Colector de baja temperatura: Alcanza los 50ºC y se utiliza para la calefacción y el agua caliente sanitaria.
- Colector de media temperatura: Llega hasta los 90ºC al incorporarle una cubierta transparente que evita la pérdida de calor. Tiene un uso muy similar al anterior, aunque está destinado a espacios y actividades más grandes.
- Colector de alta temperatura: Con otra cubierta más logra una temperatura cercana a los 150ºC. Tiene fines puramente industriales y se utiliza para producir vapor que a su vez genere electricidad mediante el movimiento de turbinas.
Termodinámico o híbrido. Es la combinación entre el fotovoltaico y el solar térmico, produciendo tanto electricidad como calor. Además de su polivalencia tiene otras dos grandes ventajas:
- Funciona aunque no haga sol, ya sea de noche, esté nublado o llueva, al recoger el calor ambiente para generar energía.
- Al ser un dos en uno, la demarcación necesaria para la instalación se ve reducida a la mitad, por lo que es idóneo para edificios con tejados o parcelas pequeñas.
Tipos de autoconsumo
Según el Real Decreto 900/2015 se aplican dos modalidades dentro de la generación y suministro de energía solar fotovoltaica:
- Modalidad 1: Se trata de un sistema de producción para consumo propio. Se subdivide en: 1A (para potencias no superiores a 10 kW) y 1B (hasta los 100 kW).
- Modalidad 2: Crea su propia energía pero también puede vender su excedente eléctrico vertiéndolo a la red general. Esta opción permite conseguir beneficios, pero para ello es indispensable estar inscrito en el Registro Administrativo de Instalaciones de Producción de Energía Eléctrica.
Por otro lado, la instalación de paneles solares no tiene por qué ser un proyecto individual, pues cabe la posibilidad de que varias viviendas se abastezcan desde el mismo punto. Una solución muy adecuada para edificios de apartamentos o urbanizaciones de casas unifamiliares.
Y aparte de la instalación de paneles solares, también te puede interesar disponer de un acumulador para almacenar la energía, lo que brinda la posibilidad de hacer uso de esa electricidad durante la noche o en días sin la suficiente luz solar.
Principales ventajas
Entre las principales ventajas de contar con una instalación de energía solar fotovoltaica se encuentran:
- Independencia eléctrica, ya sea total o parcial.
- Evitas enviar a la atmósfera una tonelada de CO2 anual por cada kilovatio instalado.
- Ahorro económico inmediato, ya que producen electricidad desde el primer momento.
- Los excedentes energéticos se puede comercializar.
- Electrifica zonas aisladas de la red eléctrica o viviendas rurales.
- Excelente recurso para autoabastecer aplicaciones como el bombeo de agua, el sistema de riego y la iluminación en explotaciones agrarias y ganaderas.
- Mejora la certificación energética del inmueble e incrementa su valor.
- Pocos gastos de mantenimiento.
- Una vivienda más fresca. Esto es debido a que las placas absorben buena parte de las radiaciones solares, lo que atenúa la temperatura hogareña en los meses de verano o en lugares calurosos.
Un sistema con un futuro prometedor
La energía solar fotovoltaica es totalmente compatible con el medio ambiente al no generar sustancias tóxicas, gases de efecto invernadero o residuos de ninguna clase. Asimismo, todos sus componentes pueden ser reciclados. De hecho, es una de las renovables más eficientes en la lucha contra el cambio climático.
Además, salvo en ciertas áreas polares muy remotas, se puede emplear en todo el planeta, lo que ayuda, en primer lugar, a reducir las importaciones energéticas y el uso de combustibles fósiles y, en segundo término, a crear riqueza y fomentar el empleo local. Por todo ello, contribuye al desarrollo sostenible y se estima que en los próximos años se convertirá en la fuente de electricidad más barata del mundo.
En definitiva, la energía solar fotovoltaica es una de las mejores opciones de las que dispone el ciudadano para poder crear su propia energía 100% renovable, reduciendo considerablemente sus facturas y siendo compensado al verter sus excedentes a la red general. Una gran fórmula para abastecernos de electricidad sin dañar en un ápice a nuestra naturaleza.