Hoy queremos presentarte un sistema de calefacción poco conocido en España, pero que va genial para edificios grandes y con techos altos como naves, centros comerciales, hospitales o gimnasios. Nos referimos al techo radiante.
Hoy queremos presentarte un sistema de calefacción poco conocido en España, pero que va genial para edificios grandes y con techos altos como naves, centros comerciales, hospitales o gimnasios.
Nos referimos al techo radiante.
En países europeos como Holanda o Alemania utilizan este método desde los años 50 por la agradable sensación térmica que produce. Y también porque puedes ahorrarte hasta un 46% en tu factura en comparación con otras formas convencionales de calefacción.
Su funcionamiento es similar al suelo radiante, pero su instalación es más fácil y económica.
Te contamos todo lo que necesitas saber de este sistema de calefacción.
Calefacción de techo radiante: qué es y cómo funciona
Como su nombre indica, el techo radiante es una forma de calentar una estancia emitiendo calor desde el techo de la estancia.
¿Cómo funciona este tipo de calefacción?
Funciona por radiación.
Puede parecer un concepto muy abstracto, pero es muy fácil de entender.
Piensa en el sol, la estrella principal de nuestro sistema solar. Se trata de un cuerpo que emite calor por sí mismo y ese calor llega hasta la Tierra calentando todo lo que hay en ella.
Con el techo radiante sucede exactamente lo mismo.
En el techo se colocan unas placas que contienen tuberías donde se calienta agua que pasa por ellas.
Esa agua caliente es la responsable de emanar un calor que se transmite por radiación a toda la estancia.
Lo interesante de este sistema es que, al contrario que otras formas de calefacción, no calienta el aire (con la consiguiente desventaja de que luego el aire caliente sube para arriba).
Lo que calienta son las superficies: muebles, paredes, objetos y personas.
Teniendo en cuenta que el cuerpo humano pierde hasta el 50 % de su energía mediante la radiación de calor, el techo térmico es una magnífica alternativa que produce una sensación térmica muy agradable.
Esto también es posible porque toda la estancia (y todo lo que hay en ella) se calienta de forma homogénea, una gran ventaja para edificios con techos muy altos.
Sin embargo, no es la única y queremos presentarte otras a continuación.
Ventajas del techo radiante: la alternativa eficiente, económica y saludable para tu inmueble
El techo radiante es una de nuestros sistemas de calefacción favoritos.
¿Los motivos?
Entre otros, estos de aquí:
- Económico: su instalación es más barata que la de otros sistemas como las placas solares y te permite ahorrar en tu factura respecto a los combustibles fósiles.
- Invisible: no se ve porque los paneles se instalan como si fueran un falso techo.
- Saludable: no se acumula polvo y no reseca el ambiente (por eso, es ideal para hospitales, colegios, residencias y guarderías).
- Eficiente: mientras que los radiadores metálicos necesitan calentar el agua a 70 ºC, este sistema calienta el agua a 40 ºC (y se traduce en un ahorro en tu factura).
- Homogeneidad: toda la estancia adquiere la misma temperatura y el calor no se acumula en la zona superior.
- Subvencionado: puedes beneficiarte de muchas subvenciones públicas para instalar este sistema.
- Fácil instalación y reparación: no requiere albañilería y es fácil detectar cualquier avería sin levantar todo el suelo.
Con tantos beneficios, seguro que te están entrando ganas de instalar este método.
Pero… ¿cómo saber si es para ti?
Te enseñamos en qué edificios es donde mejor funciona.
Qué edificios son los más ideales para instalar techo radiante
Recomendamos especialmente el techo radiante para inmuebles con techo elevado.
¿Por qué?
Porque con otros sistemas es más complicado mantener la temperatura de forma uniforme en todo el local, pero con la radiación procedente de arriba es muy fácil conseguirlo.
El techo radiante es ideal para:
- Hospitales.
- Naves industriales.
- Polideportivos.
- Centros comerciales.
- Fábricas.
- Hangares.
Techo radiante o suelo radiante: en qué se diferencian y cuál es mejor
Ambos sistemas funcionan con radiación (sistema que te hemos explicado al inicio del post).
Sin embargo, el suelo radiante emite la radiación desde abajo y el techo radiante desde arriba. Además, este último tiene algunas ventajas respecto al primero:
- No hay que hacer obras para instalar el techo radiante, pero sí hay que levantar todo el suelo para instalar en él un sistema de calefacción.
- En caso de avería, tampoco es necesario levantar todo el suelo (con la consiguiente dificultad de volver a encontrar las mismas baldosas tiempo después).
- Es más fácil y más barato de instalar.
Vale, ¿pero cómo se instala?
Eso te lo explicamos a continuación.
Cómo es la instalación del techo radiante
Lo mejor de este método de calefacción es que no requiere albañilería.
Por lo general, no es necesario retirar el techo del edificio donde se va a instalar y basta con seguir estos pasos:
- Instalar una estructura enganchada a tu techo real para poder colgar los paneles de techo radiante.
- Instalar los paneles de techo radiante por dentro de los cuales pasan las tuberías que calientan el agua que circula en ellas. Estos paneles funcionan como un falso techo que se adapta a la estética de tu inmueble.
- Conectar el sistema de techo radiante con la bomba de calor (procedente de aerotermia o de otro método) que es el que hace posible calentar el agua de las tuberías.
Como ves, no tiene mucho misterio.
Precio del techo radiante: cuánto cuesta
En este momento, te estás planteando instalar techo radiante y te preguntas cuánto cuesta.
En general, me media cuesta entre 100 y 150 euros por metro cuadrado.
Pero también depende de si tu inmueble necesita alguna reparación para instalarlo, del tipo de paneles que elijas, del tamaño de tu inmueble, del tamaño de las placas, etc.
Lo bueno es que hay subvenciones de instituciones públicas para ayudarte con la inversión inicial (aunque la recuperarás en los primeros años con lo que te ahorras).
En cualquier caso, escríbenos a contacto@fusionaire.es y te pasamos un presupuesto personalizado.